martes, 10 de agosto de 2010

La Montaña Mágica

No es ningún eslogan, ni engañifa publicitaria, porque es verdad que tiene magia.
Aunque hemos oído hablar de ella y por mucho que nos cuenten, hasta que no lo vives en primera persona cuesta creerlo.

Yo llegué a pensar que volar bajo su magia le pasaría a otros voladores y no a mí, pero no fue así, porque tiene magia para todos.

El despegue está por debajo de la media montaña y despegas con un viento muy flojo que no indica otra cosa sino correr como un poseíd@ y vuelo gallino para abajo, si no te estampas antes, porque no hay mucho sitio como para andar arrepintiéndote.
(La verdad es que viendo la montaña, no parece que el vuelo vaya a ser algo tan espectacular).

Pero en cuanto la vela recibe la influencia de la ladera subes cual cohete.

Incluso por la mañana, cuando no se ha puesto la ladera en todo su esplendor, el gallino no lo es tanto, la montaña te deja darle unas pasaditas a modo de saludo.

Si llego a ir hace un año, creo que habría sabido disfrutar más de ella, pero supongo que todavía, muy a mi pesar, es cuestión de darle tiempo al tiempo.

Bueno, como os iba contando, doy fe que es cierto lo que dicen de ella. Desde que me planteé querer aterrizar hasta que lo conseguí tardé media hora. Daba igual que me alejase de la ladera, el valle también tiraba.
Al final tuve que ponerme a girar zonas en sombra que iban cubriendo el campo a la caída de la tarde, porque no había forma de bajar.
Tanto si hacías giros de 360º como si metías orejas, el canto del vario era continuo.

Debo admitir, aunque nunca pensé que esto me pasaría, que sentí verdadera alegría cuando el vario por fin se calló, ¡qué paz!

Javi y yo tenemos muchas ganas de volver con todos vosotros, a ver si el próximo año pudiera ser, y sino pudiera ser, tenéis que buscar un hueco en vuestras vacaciones para visitarla. No os defraudará.

Organyà es un pueblo que ha sabido publicitar el tema del vuelo y el camino al despegue está asfaltado, así que con un coche sin tracción se sube perfectamente.

Os pongo a continuación algunas fotos.





En la siguiente foto hecha en el despegue se puede ver la toma, está al lado del caminito blanco a la derecha, aunque como podeis ver, hay muchos campos para elegir.

Y esta es la ladera, no aparenta guardar todo ese potencial.



Como broche final, la foto de familia, con la ladera como fondo.


Un fuerte abrazo a todos.

4 comentarios:

superop dijo...

Desde luego, el sitio es simplemente para volar... Olvidaos de viajes, cross y mandangas. Aquí simplemente tiras "p'a rriba" y te pegas un buen rulo por el valle.

Lo que hay que saber es bajar. Buen sitio para probar barrenas, orejas, "B's", wingovers y lo que queráis...

A ver si Esther se nos termina de adaptar y disfruta más de estos vuelos de ensueño, la verdad es que unas turbulencias inadecuadas le hicieron el vuelo incómodo.

Tenemos que hacer una escapada allí...

Anónimo dijo...

Vaya vuelazos que os habéis pegado¡¡

Me parece la mejor forma de volver a recordar esas sensaciones del vuelo que aunque ahora te resulten incómodas, con unos cuantos vuelos mas serán algo normal.

A ver si tenemos la ocasión de probar la zona y sentir esa magia.

¿Mandangas? jejejeje

Enhorabuena a los dos por los vuelos.

Un saludo
Ivan

Anónimo dijo...

soy pepin. a que exageraba poco? ''me alegro que lo hayais pasado bien

Anónimo dijo...

Hola a todos,¡que envidia sana me ha entrado al leer el comentario de Esther sobre Organyá!a ver si el año que viene podemos ir todos y me llevaré a la "polluela"para que vaya aprendiendo el argot de los voladores.Un saludo de Pepin,Inma y Victoria