martes, 30 de junio de 2009

Hasta siempre Javier del Valle


Hola a todos.

No con poco esfuerzo puedo hacer en este blog una mención a Javier del Valle.

Quería esperar a ver si el tiempo me hacía reaccionar ante el impacto que me ha causado la noticia de su fallecimiento y poder escribir unas notas sobre él como él se merece. Pero Javi ha reunido más valor que yo y ha hecho una mención a esta gran persona en su blog, así que tengo que darle las gracias, porque por esa forma tan especial que tiene Javi de escribir y expresarse ha permitido que superara la conmoción y pudiera dar rienda suelta al dolor por ésta gran pérdida.

Sí, es una gran pérdida por que él era grande: era un gran volador, una gran persona, un gran apasionado del vuelo y del deporte, como también de grande se puede calificar su amistad y su bondad. Y cualquiera que le haya conocido comprenderá por qué lo digo. Creo que Javi explica muy bien ese carácter tan bonachón y afable.

Me cuesta creer que alguién tan lleno de actividad y de proyectos ya no esté por aquí para cumplirlos. Y no consigo comprender como alguién tan indestructible haya podido ser abatido.

Siento infinita pena por su familia, por sus amigos y por su club Pico Frentes, a los que he querido incluir en esta foto sacada de su página web junto a su amigo Javier del Valle y desde aquí les envío mi apoyo y ánimo para que se hagan fuertes y puedan tirar para adelante.

Un abrazo,
Esther (Alioth)

2 comentarios:

Oce dijo...

Yo tuve la oportunidad de conocer a Javier del Valle, gracias a Esther y Javi. Desde ese entonces he podido asistir a algunas de las hazañas que Javi cuenta de él y si contadas por otro impresionan, vistas en persona son lujos para un amante del parapente...

Hasta siempre Javier...

ivan dijo...

La perdida de Javier nos ha dejado a todos tristes, era una persona muy alegre y positiva, fueron varias las ocasiones en las que hablabamos de el y siempre salia una sonrisa cuando conociamos sus historias. Carmen disfruto de su primer y unico vuelo en su compañia, y al pensarlo nos cuesta creer lo que le ha pasado, como bien decís parecia indestructible.

Hasta siempre Javier.