miércoles, 13 de octubre de 2010
Sigo aprendiendo a volar...
Hola, gente…
Bueno, la temporada de vuelo se acaba poco a poco, los días son cada vez más cortos y los frentes atlánticos han empezado a hacer su aparición… los vuelos que quedan en este año ya no son tan térmicos, las restituciones ya no son tan potentes… Es hora de recapitular, al menos por mi parte.
Como habéis podido comprobar por las tres últimas entradas del blog, Esther y yo nos hemos movido en Agosto y Septiembre todo lo que el resto del año no habíamos podido hacer… y lo hemos aprovechado a fondo, desde luego.
Creo que cada uno en su fuero interno sabe cómo va progresando en nuestro deporte, y como cada uno es cada uno, nadie puede hablar en nombre de nadie, por eso yo hablaré en nombre mío nada más…
En mi caso, el año ha tardado en arrancar lo suyo, entre mal tiempo y viajes. Realmente, no he volado decentemente hasta la última parte de la temporada, en donde en Organyà me lo pasé como un enano, tal como os lo hemos comentado ya… vuelos despreocupados, de placer… vuelos para jugar con la vela y experimentar giros más activos gracias a la altura de seguridad… Desde luego, he aprendido mucho del temperamento de la vela, no cabe duda.
Luego, en Castejón de Sos, tuve un reencuentro con el pasado, ya que no volaba ahí desde hacía años… y desde luego, nunca había volado desde Liri, un “nuevo” despegue 200 metros más alto que Pedras Blancas, el vuelo que ya conocía.
He podido comprobar en mis carnes la diferencia de las velas de 92 con las de ahora… me pegué unos buenos paseos por el valle, paseos que antiguamente me estaban vetados. Ahí aprendí mucho de las condiciones térmicas suaves añadidas a un planeo de una vela actual.
Por último, en el Bierzo, probé un vuelo maravilloso desde un pico (La Guiana) cercano a Ponferrada, vuelo en el que me busqué alguna térmica y verifiqué la salvaje belleza de una cadena montañosa tan agreste y pura como aquella…
Como resumen, creo que me reafirmo en mi carácter tranquilo de vuelo, sin pretensiones, sin hazañas, sin viajes ni distancias, pero disfrutando como el que más, eso sí os lo aseguro…
Como nota simpática, os diré que el otro día me dio por pesarme con todo el equipo, y estoy en la bonita cifra de 98 kilitos de nada… si el rango de pesos de la vela es de 65 a 85 kilos, ahora entiendo por qué todo el mundo me pasa por arriba en las térmicas, y por qué a mí “se me acaban antes”… si es que el que no se consuela es por que no quiere… al final no voy a ser tan malo como yo creía, o al menos, tengo una excusa…
Como a veces las palabras se quedan cortas, me ha dado por editar un vídeo a modo de resumen “interno” de este verano. Vedlo con sonido, por supuesto…
http://www.vimeo.com/15783379
Solo me queda decir GRACIAS a todos y cada uno de los que me habéis acompañado en algún momento de estas escapadas, estad seguros de que también habéis puesto vuestro granito de arena para que todo haya sido perfecto, al menos para mí…
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