(Javi preparándose en el despegue de La Guiana)
Tras mucho insistir Oskar al final no podíamos posponerlo más tiempo y buscamos un hueco para ir a visitarles y os aseguro que mereció la pena.
Como gentes del norte que son, nos encontramos con su sencilla y franca calidez.
La verdad es que la visita nos supo a poco, tanto por sus gentes como por sus zonas de vuelo y sus paisajes.
El lugar es espectacular, no me extraña que algunos apenas salgan de sus zonas, porque lo tienen todo. Tienen todas las orientaciones y para todos los gustos, aunque debo admitir que esta gente está acostumbrada a condiciones cañeras, porque son a fin de cuentas los señores del viento.
Os iré mostrando fotos que hablan por sí mismas.
Os iré mostrando fotos que hablan por sí mismas.
Para abrir boca, Oskar nos llevó a la Quiana, (en algunos lugares aparece como La Guiana). Que son las primeras fotos que veis. Con un desnivel de unos 1040 metros. Nos dijo que era un poco técnico, para mi lo era mucho, suerte que lo hice en biplaza, ¡y qué biplaza! Diré que me pareció un vuelo balsámico, porque necesitaba experimentar turbulencias y térmicas, aunque fuesen leves, en manos de un experto para ir recobrando confianza, aunque me veo muy al tran, tran, por los pocos vuelos que he podido hacer desde septiembre del año pasado. Y qué más os puedo decir sin enrollarme mucho, pues para que os hagáis una idea Oskar pilota el biplaza como si fuese un monoplaza, ¡impresionante!
Sino me recuerda un poco a Javier del Valle, porque al igual que él, no solo es de los primeros voladores que hubo, también porque Sino lo vuela TODO, (parapente, ala delta, paramotor y ultraligero). Verle volar me hizo acordarme del libro que me estoy leyendo, El Nombre del Viento, porque os aseguro que él sí que sabe su nombre. Apenas había donde quedarse y con su ala delta estuvo peleando con uñas y dientes, hasta estar una hora volando. Eran casi la siete de la tarde, así que no se cómo podía mantenerse tanto tiempo, pero está claro que el viento no tiene secretos para él.
Roberto amablemente nos hizo de Wind Dummy y nos comentó como estaban las condiciones, que nos fue de gran ayuda porque al principio de la tarde estaban las condiciones demasiado guarras como para disfrutar del vuelo.
Roberto amablemente nos hizo de Wind Dummy y nos comentó como estaban las condiciones, que nos fue de gran ayuda porque al principio de la tarde estaban las condiciones demasiado guarras como para disfrutar del vuelo.
(Primera foto: Sino y Roberto) (Segunda foto: Javi volando en Gistredo).
(Izquierda: La toma de Gistredo).
Aunque nos olvidamos de hacer fotos, fuimos a otro despegue, San Cristóbal. Ahí quedamos con Pablo y Jose.
Curiosamente despegan y aterrizan en el mismo venturi. Sí, eso he dicho. Por lo visto tiene unas condiciones inmejorables para vuelo de ladera y se pone todas las tardes, menos la tarde que fuimos. Pero bueno no nos pareció un día perdido conocer otro lugar.
Ahí Pablo nos estuvo contando los pequeños intríngulis del vuelo, porque por lo visto es un sitio fácil para volar. También nos insistió para que nos apuntáramos a su siguiente quedada para el mes de octubre que finaliza con una queimada.
Estos del norte qué bien se lo montan. Así que si os apetece volar en el Bierzo en octubre esta gente os da la bienvenida con los brazos abiertos, porque no saben hacerlo de otra forma.
Oce decías que había pocas velas de Sol, pues Pablo vuela una Synergy1 y está encantado.
En estos parajes velas uno de escuela, como que no se ven, por eso os he dicho que son los señores del viento.
Tienen un buen club montado y para que os hagáis una idea de cómo son, ofrecen alojamiento gratuito. Quizás en otoño e invierno no sea muy cálido para quedarse, pero en primavera y verano sí que se puede utilizar.
Si queréis saber más de ellos, esta es su página:
http://www.parapentebierzo.com/principal/principal.htm
Curiosamente despegan y aterrizan en el mismo venturi. Sí, eso he dicho. Por lo visto tiene unas condiciones inmejorables para vuelo de ladera y se pone todas las tardes, menos la tarde que fuimos. Pero bueno no nos pareció un día perdido conocer otro lugar.
Ahí Pablo nos estuvo contando los pequeños intríngulis del vuelo, porque por lo visto es un sitio fácil para volar. También nos insistió para que nos apuntáramos a su siguiente quedada para el mes de octubre que finaliza con una queimada.
Estos del norte qué bien se lo montan. Así que si os apetece volar en el Bierzo en octubre esta gente os da la bienvenida con los brazos abiertos, porque no saben hacerlo de otra forma.
Oce decías que había pocas velas de Sol, pues Pablo vuela una Synergy1 y está encantado.
En estos parajes velas uno de escuela, como que no se ven, por eso os he dicho que son los señores del viento.
Tienen un buen club montado y para que os hagáis una idea de cómo son, ofrecen alojamiento gratuito. Quizás en otoño e invierno no sea muy cálido para quedarse, pero en primavera y verano sí que se puede utilizar.
Si queréis saber más de ellos, esta es su página:
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